ami pagol noi
Ami pagol noi, dice Macario mientras se baja los pantalones. La frase, es la escritura fonética de “No estoy loco” en bengalí.
Ami ekjon valo bekti. Soy un buen hombre, dice Macario después de sacudirse por el suelo en medio de una luz cenital.
Macario, starving recibió una calurosa y entusiasta acogida en el Festival Internacional de Teatro Nandimukh.
La acción empezó antes de que el público entrase al auditorio. Un ritual de cinco minutos para mí, para calentar el cuerpo y entrar en contacto con el alma del personaje. Con la música a tope y un par de linternas reflejando mis sombra dinámica con sus destellos rojos sobre un panorama blanco.
Esqueleto cerrado
Para esta versión (de nuevo en inglés, como en Rumania), volví a contactar con la “estructura cerrada” que suelo usar en los teatros y no en los espacios intervenidos. Desde que inicié la investigación de este trabajo en los vestuarios de la ESAD (hace ocho años) hasta su paso por festivales, salas y patios y jardines de diferentes ciudades, he querido mantener la estructura abierta. Es decir, prescindir de marcas de luz y pies textuales que guían al técnico que tira la función. Para conseguir esto he tenido la suerte de contar con profesionales que juegan muy bien el juego de “adivinar mis movimientos” para dar vida a las atmósferas establecidas.
Todo empezó con mi querida Ángela Guerrero Quintana y su diseño lumínico sencillo y dinámico para el Encuentro Internacional de Teatro Joven en Mairena del Alcor (Sevilla): intervino una zona coronada por dos cipreses y entre sus luces y mi interpretación, estiramos y encogimos el auditorio de la Casa Palacio según convenía al personaje. Esto define el carácter errático de Macario y, como actor, me ayuda a montarme en un tren de pensamiento que condiciona el movimiento y la trayectoria del cuerpo. Eso que yo llamo dramaturgia viva y que admite cambios de último momento e improvisación. Y, sobre todo, que es distinta en cada representación.
Versión bengalí
Macario, muerto de hambre o Macario, starving para el público internacional, volvió a los escenarios “tradicionales”. Y esta vez en Bangladesh, conté con la ayuda de Carlota Berzal para operar las luces que decidí poner en escena. Recuperando aquel motivo atmosférico que creó Ángela en su momento y el que tanto me gusta romper y adaptar según los espacios en los que represento la pieza. La calle, el cuarto, la iglesia. Macario se mueve entre esos tres espacios a nivel dramatúrgico.
Y aunque la calle se crea con un recorte simple que atraviesa el espacio en diagonal, la verdadera calle es la que surge cuando bajo del escenario e, iluminando mi camino don dos linternas, entro en contacto con el público. Esa gente a la que Macario pide ayuda cuando descubre el cuerpo acribillado de su hijo. Esas linternas que son la única luz en el teatro cuando llega el momento de llamar a urgencias y dejan ver las dos mitades de mi cara maquillada solo del lado derecho, mitad vivo mitad muerto.
Ha sido todo tan intenso y tan breve, que si no fuera por estas fotos de Isteak Ahmed, diría que lo soñé todo.
@the__professor____
Solo puedo dar gracias por esta suerte de llevar un trabajo tan especial a públicos tan diversos.
Gracias, especialmente a la organización del Festival Internacional de Teatro Nandimukh, a la Asociación Baromashi de la Universidad de Chittagong y, muy especialmente a mi querida amiga Carlota Berzal, artista escénica y productora.
MACARIO, STARVING
Written, directed and performed by
Ricardo Mena Rosado
Custome and Make up
Ricardo Mena Rosado
Light design
Ángela Guerrero Quintana
Distribution
Carlota Berzal
EKKYKLEMA TEATRO 2022
all pictures in this article by Isteak Ahmed @the__professor____